El gobierno de Estados Unidos junto con muchos gobiernos del planeta y la NASA han emitido un comunicado dirigido a la población sus paises en el que piden elaborar un plan preventivo ante la inminente llegada de una tormenta solar "grave". Pero, ¿en qué consiste realmente? ¿Hay verdadero motivo de alarma?
Las tormentas solares llegan a la Tierra con relativa frecuencia. La superficie activa del Sol emite en ciclos de 11 años unas erupciones que liberan enormes burbujas de plasma magnético al espacio. Si estas partículas llegan a la Tierra, cosa frecuente, pueden alterar los campos electromagnéticos.
La voz de alarma se dio cuando el martes y el miércoles pasado se avistaron dos grandes chorros de luz en la superficie solar (las dos erupciones solares más grandes de los últimos cinco años), amenazando con provocar alteraciones geomagnéticas si llegaban en la Tierra, según informa en su comunicado la NASA.
¿Hay que preocuparse?
En este sentido, una tormenta solar de gran dimensión puede dañar satélites o afectar las comunicaciones por radio de alta frecuencia. Pero según informa The New York Times, la tormenta solar que se aproxima, que comenzó el pasado jueves, no es lo suficientemente fuerte como para causar graves problemas."En este momento se trata de una tormenta pequeña" dice C. Alex Young, físico solar de la NASA Goddard Space Flight Center en Greenbelt a The New York Times, "y no va a convertirse en una amenaza incluso si los niveles de intensidad se incrementan un poco. No es una situación realmente preocupante".
No obstante, la NASA ha emitido un comunicado preventivo en el que se muestra gran preocupación por la tormenta, puesto que esta "podría afectar la comunicación por radio, los sistemas GPS y las redes eléctricas". Lo cual ha generado un gran revuelo en el que abundan las especulaciones acerca de posibles peligros aéreos y problemas en las telecomunicaciones.
Esto es el principio
La tormenta en cuestión ha sido percibida en la Tierra con una intensidad "mínima", un 1 en una escala de 1 a 5 de intensidad con la que se miden este tipo de sucesos. Pero en lugares más próximos al Sol ha tenido una intensidad mucho mayor, incluso llegando a cegar por completo la nave Venus de la Agencia Espacial Europea."Es como si ahora estuvieran llegando los primeros copos del invierno" dice Robert Ruteldge, del departamento de predicción del Space Weather Prediction Center en Colorado, EEUU. El ciclo de 11 años que comprende los cambios solares hace que el Sol esté ahora emitiendo estas erupciones cada vez más intensas y frecuentes que durarán todo el próximo año.
Durante el año, habrá unas 200 tormentas solares como la que el pasado jueves llegó a la Tierra, de las cuales solo entre 10 y 20 serán realmente "severas" y de las que solo 1 o 2 serán "extremas". Solo estas últimas suponen un verdadero motivo de preocupación, puesto que además de afectar a las redes eléctricas y comunicaciones, pueden inhabilitar satélites o poner en peligro la salud de los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
foto de hace un dia del sol.
"No creo que la gente deba estar preocupada" comenta el Dr. Young a The New York Times, "simplemente queremos que la población sea consciente de lo que está sucediendo, pero no ha de quitar el sueño".
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