Os ofrecemos este artículo de unos experimentos científicos que hace unos años removieron los cimientos de la propia ciencia poniendo al descubierto las carencias de ésta dada su estrecha, rígida y fría forma de mirar al mundo.
El sensacional aporte del físico japonés Masaru Emoto. Sus fotografías, tomadas con un microoscopio fotográfico, han sido publicadas en su libro titulado ‘Los Mensajes del Agua’. Aquí exponems un pequeñísima muestra de ellas.
En 2008 la ONU decidió dedicar ese año como ‘El Año del Agua’, dirigido especialmente al público infantil (el futuro) y en regiones donde la escasez de este recurso hace mella en los pueblos. La iniciativa nació de estos estudios y del compromiso de Emoto, aunque después de esto poca cosa más hemos podido saber, a parte de que sigue el físico dedicado a este hallazgo y las nuevas vías que ha abierto en el panorama científico.
Si todavía tienes dudas de que tus pensamientos están influenciando y modelando el mundo que te rodea, la visión de estas fotografías ayuda a eliminar cualquier duda al respecto.
El japonés Emoto ha estado llevando a cabo experimentos en todo el mundo sobre el efecto de las ideas, las palabras y la música sobre las moléculas de agua. Las descripciones que aparecen a continuación han sido extraídas de su libro, que publica los resultados obtenidos.
En la foto de la izquierda, a la izquierda vemos una muestra de agua helada expuesta a la palabra “ángel”, y a la derecha agua expuesta a la palabra “demonio”. Como usted podrá ver, la estructura de la segunda es oscura y amorfa, sin que aparezca formación cristalina alguna.
A continuación aparecen algunos otros efectos que Emoto encontró en su investigación:
1.- Algo interesante fue que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por ejemplo, la palabra “Thank you” en inglés (ver la foto de la derecha), “Gracias” en castellano, evocó diferentes formaciones cristalinas que la misma palabra en japonés.
2.- El agua tomada en fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas (ver foto de la izquierda del manantial de Sanbu-Ichi Yusui) en contraste con los cristales deformados y distorsionados formados por las muestras de agua polucionada o estancada.
3.- El agua destilada expuesta a música clásica tomó formas delicadas y simétricas. Foto del agua expuesta a la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart. (Ver fotografía a la izquierda) – Cuando se puso la canción de Elvis Presley, “El Hotel de la Tristeza”, el resultado fue que los cristales helados se partieron en dos. Cuando las muestras de agua fueron bombardeadas con música heavy-metal o expuestas a palabras negativas, o cuando se enfocaron sobre ellas intencionadamente, pensamientos o emociones negativos, el agua no formó cristales y en su lugar se crearon estructuras caóticas y fragmentadas.
4.- Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original. A la derecha aparecen cristales de agua expuestos a esencia aromática de manzanilla. De gran interés para la curación y para el bienestar diario son los efectos extremos que sobre los cristales de agua tienen las palabras e ideas negativas. Aquí puede ver usted los resultados obtenidos con las palabras “Me das asco” aplicadas a otra muestra de agua destilada. Curiosamente, el modelo obtenido al aplicar estas palabras fue casi idéntico al de aplicar música heavy metal.
5.- Debajo, agua expuesta a las palabras Amor-Comprensión.
6.- Debajo, agua fotografiada tras ser expuesta al mensaje de Amor que 500 personas le enviaron.
7.- Otro conjunto instructivo de fotografías mostraba la diferencia asombrosa entre los modelos cristalinos evocados por las palabras “Hagámoslo” y “Hazlo”.Los cristales formados por las palabras “Hagámoslo” eran como hermosos copos de nieve. La palabra “Hazlo”, sin embargo, no formó ningún cristal. Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras oraciones y afirmaciones, pensamos que estas han fracasado.
Podemos sacar de conclusión de las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, aquellos pensamientos negativos, de fracaso, tristeza, en sí mismos quedan marcados en los objetos físicos de nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quizá podamos comenzar a darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles a los ojos humanos, están ahí. Cuando amamos nuestros propios cuerpos, ellos responden. Cuando enviamos nuestro cariño (nos sentimos unidos) a la Tierra, ella responde. Nuestro propio cuerpo está compuesto en un 70% de agua, y la superficie de la tierra es también un 70% de agua, lo que debe hacernos pensar sobre el impacto del nous sobre este elemento. ¿Y a saber sobre que otros elementos puede darse esta relación? ¿Podrían ser sobre todos? ¿Podríamos estar ante el descubrimiento de las relaciones entre todos los elementos que conocemos? sin lugar a dudas, este experimento nos hace plantearnos la existencia desde una perspectiva muy distinta a como la conceptualizamos. Antiguamente, culturas arcaicas creían en estas conexiones, ¿puede que debamos mirar a nuestros antepasados para avanzar en nuestra meta de entender el mundo en su totalidad? Un sinfín de interrogantes aparecen, y deben sacudir y hacer reaccionar al panorama cientifico si queremos ir más allá.
Hemos visto la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Tenemos comenzar atener conciencia del importante poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, para tener una buena higiene física y mental.
Esto simplemente es un artículo para hacernos pensar, cada uno que tome sus conclusiones, o no, a priori es interesante y curiosos cuanto menos. Habrá cómo en todo detractores o seguidores, lo dicho cada uno que tome su camino.
Saludos
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