Aprende a decir que no, sin sentir culpa
Aprende a decir que no, sin sentir culpa
Negarse a hacer un favor no siempre debe ser tomado como una actitud de egoísmo, a veces simplemente es defender una postura.
Por alguna razón a veces cuesta muchísimo negarse a los pedidos de los demás, aún en los casos en los que no nos conviene o no nos convencen.
A casi todos nos gusta complacer, pero a veces no saber decir "NO" significa algo más: quiere decir que hay una falta de autoestima y de autoafirmación y una excesiva necesidad de ser aceptado por los demás. Como superarlo y recuperar el respeto por nosotros mismos?
A veces decir NO es un derecho y no tenemos por qué sentirnos mal por haber tomado una decisión de la cual estamos seguros. No se trata de ser insensible a los deseos y necesidades de los demás, sino de aprender a pensar en nuestras necesidades puntuales.
Medite los siguientes puntos:
Si ha decidido negarse a una petición de otra persona, comuníqueselo sin enojarse, pero con un tono firme, no se sienta culpable aunque la otra persona se enoje con usted.
Comuníquelo siempre de forma educada, sin bajar la vista.
Hay que estar preparado para una mal reacción, la respuesta que podemos obtener después de decir "NO" a veces no es de lo más agradable, tal vez la persona reaccione con agresividad o sorpresa. Hay que mantener la palabra y estar orgulloso de haber podido tomar una decisión acorde con nuestros deseos y no supeditada a los deseos de los demás.
Cuando decimos lo que no sentimos no nos respetamos a nosotros mismo tal cual somos, nos arrepentiremos por haber cedido a la presión de los demás y también se reduce nuestra autoestima porque creemos que no tenemos carácter para afrontar una situación que no nos agrada.
Decir lo que pensamos, tanto por las buenas como por las malas, siempre nos hará sentirnos seguros de nosotros mismo.
Por Teresa Lewin.
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