jueves, 26 de marzo de 2015

Flora Intestinal y tu salud en general



Flora intestinal y tu salud en general


La microbiota o flora intestinal será la protagonista esencial de la salud del siglo XXI porque mantenerla sana no solo nos ayudará a disfrutar de una buena digestión y a subir las defensas, sino que cada vez hay más estudios que demuestran que contribuye a prevenir diversas enfermedades. Te mostramos cómo cuidarla.


La salud intestinal y por tanto la salud general depende en gran medida de la microflora intestinal (bacterias, levaduras, virus, etc.) que está compuesta por más de 100 billones de microorganismos que pueblan el tubo digestivo y que conforman una masa viva de casi 2 kilogramos alojada de forma estable en el intestino. Esta microflora es tan esencial para el ser vivo que se considera como un órgano más.

Para qué sirve
El tubo digestivo tiene una triple regulación: una red de inervación muscular implicada en sus movimientos de tránsito,  una red neuroendocrina que segrega casi tantos neurotransmisores como el cerebro (por eso dicen que tenemos un “segundo cerebro” en la barriga) y una red ganglionar que lo conecta con el sistema inmunitario. Por ello, una buena flora intestinal es esencial para:
- Mantener en buena forma nuestra capacidad de autodefensa, es decir nuestro sistema inmunitario. No en vano el 70% de las células inmunitarias del organismo se encuentran en nuestro intestino.
- Mejorar las digestiones y asimilar mejor determinados nutrientes.
- Prevenir la obesidad ya que varios estudios han demostrado que la baja presencia de bacterias en el intestino aumenta el riesgo de engordar y que el desequilibrio en la flora intestinal es un factor de riesgo de obesidad tan importante como la herencia genética, la mala alimentación, el sedentarismo u otros hábitos de vida poco saludables.
- Impedir que se introduzcan sustancias tóxicas en nuestro organismo ya que una buena flora hace de barrera que impide la adherencia de bacterias patógenas y crea un medio hóstil para su crecimiento.

Qué puede pasar si nuestra flora no está bien
Las alteraciones en cantidad y composición de la flora intestinal (disbiosis) acaban haciendo mella en toda la flora del organismo y afectan al sistema inmunitario.
La disbiosis puede promover estados patológicos, pero también, puede ser secundaria a estados patológicos asentados. Hay abundante evidencia científica  que han demostrado un perfil de flora intestinal alterado semejante en enfermos con la misma patología: celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, alergias y asma, obesidad, diabetes tipo 2, incluso artritis reumatoide.

Cómo cuidarla
En primer lugar hay que evitar los enemigos declarados de la flora intestinal: estrés, antibióticos y otros medicamentos (corticoides, antiácidos o laxantes), dietas hiperproteicas, tabaco y mala o escasa masticación.
En segundo lugar hacer una dieta rica en ingredientes amigos de la microflora como son los fermentados ricos en probióticos (yogur, chucrut, miso), las verduras crudas ricas en fibra prebiótica (ajo, cebolla, puerro, espárrago, achicoria, alcachofa, trigo, cebada, avena, patata, boniato, legumbres, tomate, manzana, membrillo, ciruela, papaya, pera y plátano) y en alimentos ricos en glutamina que reparan la permeabilidad intestinal (coles, espinacas y harina de algarroba).
Y en tercer lugar tomar suplementos prebióticos y probióticos, o ambos a la vez, es decir, simbióticos.

Efectos beneficiosos de los prebióticos
. Mejoran la microbiota intestinal y las funciones intestinales: digestivas y de barrera.
. Aumentan la absorción de minerales: calcio, magnesio, zinc y hierro.
. Desarrollan funciones inmunes (sus metabolitos “informan” a los mecanismos de defensa).
. Reducen el riesgo de infecciones intestinales.
. Previenen la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico y la enfermedad cardiovascular, ya que reduce o enlentece la absorción de grasas y azúcares.
. Reduce el riesgo y/o mejora el curso de enfermedades inflamatorias intestinales.
. Disminuye el riesgo de cáncer de colon.

Las ventajas de los probióticos
. Regulan el ritmo intestinal y están indicados en estreñimiento, diarreas, colon irritable, meteorismo, etc.
. Ayudan a la prevención y restablecimiento en infecciones intestinales, infecciones vaginales, urogenitales y alteraciones de la flora dérmica.
. Promueven el desarrollo del sistema inmune local y global y pueden influir en procesos alérgicos (atopias, asma) y aumentan las defensas frente a infecciones.
. Mejoran los procesos digestivos influyendo en el metabolismo,  por este motivo están especialmente indicados en los casos de diabetes, obesidad e intolerancia a la lactosa.
. Contribuyen a reducir el colesterol endógeno.

La nueva generación de probióticos
Unir prebióticos y probióticos en un solo suplemento dietético aporta mayores beneficios porque se mejora la supervivencia de los probióticos en el tránsito intestinal, se revitalizan las actividades metabólicas y funcionales vinculadas a los pre y probióticos y pueden tomarse junto a antibióticos orales durante el tratamiento de un proceso infeccioso frenando así la destrucción de la flora intestinal.
Por ello la nueva generación de suplementos dietéticos para la flora intestinal combinan prebióticos y probióticos, creando así una nueva gama de equilibrantes de la microflora llamados simbióticos. Pero además, los nuevos simbióticos aportan también otras sustancias específicas para aumentar su eficacia en casos concretos. Estos son los suplementos probióticos combinados que ya puedes encontrar en el mercado dietético diseñados para cada necesidad:
. Para bajar el colesterol: con monacolina obtenida de la levadura roja de arroz, vitamina K2 y una mezcla de plantas.
. Para el bienestar intestinal: con una mezcla de probióticos y fructooligosacáridos que favorecen el equilibrio de la microflora intestinal, y también con calcio, que contribuye a alcalinizar el medio.
. Para prevenir las infecciones urinarias: con equinácea y gayuba
. Para evitar micosis, pie de atleta y otras afecciones de la piel: con plantas como pasiflora, bardana y primrose.
. Para prevenir la candidiasis genital: con reishi y vitamina C.

 
Como vemos, aportar un suplemento de  prebióticos y probióticos a nuestra dieta puede ayudarnos a prevenir y curar muchas dolencias, y por supuesto, a conseguir una mejor digestión.  




Daniel Sancho Sanz


Maestro Terapeuta Reiki Tibetano, Tradicional, Kundalini.


Terapeuta Flores de Bach

Terapeuta Reflexología.

Homeópata Titulado Universidad de León.
Experto en Acupuntura y Manopuntura.

Masajista ayurvédico y Técnico en terapias Ayurvedicas (Padmasana Center)

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